El Año del Inmortal Gabriel García Márquez
Triple festejo para el escritor colombiano
Por Guillermo Solís
El "Año de García Márquez". Así bien puede llamarse este 2007 en que coinciden el 80 aniversario de su nacimiento, los 40 años de la publicación de "Cien años de soledad" y los 25 del Premio Nobel de Literatura.
Son aniversarios que trascienden las fronteras nacionales y literarias porque Gabriel García Márquez, el maestro del realismo mágico, el creador del legendario mundo de Macondo, es ante todo un colombiano universal y uno de los inmortales de la literatura.
Gabo, como lo llaman afectuosamente desde sus más íntimos amigos hasta aquella legión de lectores anónimos que tiene repartida por todo el mundo, está considerado por los críticos como el más grande escritor vivo y para algunos es el más importante de la lengua de Castilla después de Cervantes.
La admiración, veneración en algunos casos, que García Márquez despierta en todo el mundo no es gratuita. Es producto de la fértil imaginación y torrente narrativa de un genio que llevó a su más elevada expresión un estilo de contar historias fantásticas, no como fábulas, sino como parte del mundo real.
El propio García Márquez, en el discurso de aceptación del Premio Nobel, el 10 de diciembre de 1982, ante la Academia Sueca de Letras, recordó que los "gérmenes" del realismo mágico se remontan a los testimonios "asombrosos" legados por los cronistas de Indias sobre leyendas como la de "El dorado".
Desde aquel 5 de junio de 1967 la obra prima de García Márquez ha sido traducida a cerca de 35 idiomas, desde el ruso hasta el esperanto, pasando por el húngaro y el chino, y se calcula que sus ventas superan los 30 millones de ejemplares. Recientemente fue escogida por un grupo de 125 intelectuales como una de las 20 mejores novelas de la historia y, junto con El Quijote, son las únicas en español de la lista.